En nuestro país podemos encontrar gran variedad de complejos de aguas termales, ubicados a lo largo de todo el territorio argentino. Algunos son de origen de ríos dulces, como las Termas de Río Hondo en Tucumán, y otras de origen volcánico o montañoso como las Termas de Reyes en Jujuy. El agua termal está ionizada, lo que es relajante para el cuerpo humano debido a su concentración de iones negativos. También posee factores energéticos de mineralización, radiactividad, gases y variaciones de PH. La mineralización depende de la composición del terreno por la que circulan.
Por eso mismo es que son beneficiosas para nuestra salud: son utilizadas no sólo para relax, sino también para el tratamiento de diversas afecciones en el cuerpo. Las altas temperaturas de las aguas provocan una acción completa en nuestro organismo, debido a que estimulan las defensas del organismo, depuran la sangre, aumentan la circulación sanguínea y la oxigenación, y pueden mejorar enfermedades de la piel, entre otras cosas.
Actualmente, se pueden encontrar complejos termales en casi todas las provincias, tales como Buenos Aires, Entre Ríos, Catamarca, Mendoza, Chaco, Córdoba, Jujuy, La Pampa, La Rioja, Neuquén, Salta, San Luis, San Juan, Tucumán, Santiago del Estero y Misiones, pero los más importantes y reconocidos mundialmente se encuentran en Entre Ríos y forman las Comunidades Termales de la Provincia de Entre Ríos . Algunos de ellos son el de Federación, Villa Elisa y Colón. Las más destacadas por su valor histórico son las de Jujuy, y las más visitadas a nivel nacional y mundial son las de Mendoza.
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